Los precios se desplomaron en la última subasta.
a guarda / la voz,
18 de diciembre de 2015.
La angula no ha vuelto por Navidad. Al menos
al Miño, donde las capturas han caído un 40 % respecto al año pasado y
la campaña se alza con el triste reconocimiento de ser la menos
productiva desde que se registra la actividad extractiva en la lonja
guardesa, desde el 2012. Si embargo, los precios han sido al alza ,
cerrándose la última subasta a 336 euros el kilo, muy por encima de los
230 que cobraron hace justo un año los pescadores. El desfase se
repercutirá proporcionalmente al consumidor final por lo que quien
quiera disfrutar del oro del Miño en Nochebuena tendrá que apretarse aún
más el bolsillo ya que el kilo podrá superar los 500 euros.
«La última subasta fue el martes, ya casi
sin capturas y salió a 336 euros el kilo», confirma el presidente de la
asociación de pescadores del Miño, Fernando Ferreira. No encuentran
explicación para el declive ni de las capturas ni del precio ya que en
24 horas bajó 111 euros por kilo, desde los 447 del martes, a los 336
del miércoles.
La costera comenzó muy floja en volumen de
capturas, pero fortalecida en materia de precios ya que casi se duplicó
el del año pasado, y solo bajó de los 400 euros en la última subasta. El
precio máximo conseguido es de 503 euros, en la luna de noviembre.
Esta pesquería permitió recaudar en lo que va de
temporada 129.038 euros. En noviembre del año pasado la facturación se
había situado por encima de los 165.000 euros, aunque los mayores
registros se establecieron en 2012 y 2013 con 184.815 y 398.342 euros
respectivamente.
«No quiero equivocarme pero sí hubo hace más de un
lustro años de capturas similar, queremos pensar que se trata de un
ciclo», indica Ferreira. Él, que ya lleva 32 faenando en el Miño fue de
los pocos que ya salieron el último día de este luna nueva. «Debíamos
ser 20 de las 100 embarcaciones con licencia para angula y yo cogí cien
gramos de producto tras cinco horas de trabajo pero otros ni eso»,
confirma el veterano pescador.
La sequía preocupa en el Miño. La falta de temporales
no facilita la temporada ya que la angula es muy escurridiza y se
esconde en el fango, aunque los expertos creen que el problema radica en
que, literalmente, no hay materia prima. Pero «sí es importante que
comience a llover ya», insisten. Es su carta a los Reyes Magos, porque
con ellos llega la apertura de la temporada de lamprea, con la que
quieren poder capear la escasez de capturas. Hacen falta aportes de agua
salada en la desembocadura para que la lamprea se oriente y remonte el
Miño. Además, es importante que sea un proceso paulatino para que no se
repitan situaciones como la del año pasado, cuando toda la lamprea subió
a la vez y los mercados de saturaron con la consiguiente caída de
precios, apuntan los pescadores.
El temporal en el mar mantiene además la flota de la cofradía en puerto hace una semana.
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